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Santa Biblia > Antiguo Testamento > Salmos
Oración pidiendo la ayuda del Seńor
(1a) De David.
(1b) Seńor, opónte a los que se oponen a mí;
ataca a los que me atacan.
2
Toma tu escudo y ven en mi ayuda;
3
toma tu lanza y haz frente a los que me persiguen;
ˇdime que eres tú mi salvador!
4
Huyan avergonzados
los que quieren matarme;
huyan avergonzados
los que quieren hacerme dańo;
5
ˇsean como paja que se lleva el viento,
arrojados por el ángel del Seńor!
6
ˇSea su camino oscuro y resbaladizo,
perseguidos por el ángel del Seńor!
7
Sin motivo me pusieron una trampa;
sin motivo hicieron un hoyo
para que yo cayera en él.
8
ˇQue los sorprenda la desgracia!
ˇQue caigan en su propia trampa!
ˇQue caigan en desgracia!
9
Entonces me alegraré en el Seńor,
porque él me habrá salvado.
10
De todo corazón diré:
«żQuién como tú, Seńor?
A los pobres y necesitados los libras
de quienes son más fuertes que ellos,
de quienes los explotan.»
11
Se levantan testigos malvados
y me preguntan cosas que yo no sé.
12
Me han pagado mal por bien,
y esto me causa mucha tristeza;
13
pues cuando ellos se enfermaban
yo me afligía por ellos,
me ponía ropas ásperas y ayunaba,
y en mi interior no dejaba de orar.
14
Andaba yo triste y decaído,
como si estuviera de luto por mi madre,
por un amigo o por mi propio hermano.
15
Pero cuando caí,
todos juntos se rieron de mí;
como si fueran gente extrańa y desconocida,
me maltrataron sin cesar.
16
Me atormentaron, se burlaron de mí,
me lanzaron miradas cargadas de odio.
17
Seńor, żcuánto tiempo seguirás viendo esto?
ˇSálvame la vida, mi única vida,
de esos leones que andan rugiendo!
18
Te daré gracias ante tu pueblo numeroso;
ˇte alabaré ante la gran multitud!
19
Que no se alegren de mí mis enemigos;
que no se guińen el ojo los que me odian sin razón.
20
Pues ellos no buscan la paz,
sino que hacen planes traicioneros
contra la gente pacífica del país;
21
abren tamańa boca contra mí, y dicen:
«ˇMiren lo que hemos llegado a ver!»
22
ˇA ti te consta, Seńor!
ˇNo te quedes en silencio!
ˇNo te alejes de mí!
23
Levántate, Seńor y Dios mío, ˇdespierta!
Hazme justicia, ponte de mi parte.
24
Júzgame, Seńor y Dios mío,
de acuerdo con tu justicia.
ˇQue no se rían de mí!
25
Que no digan ni piensen:
«ˇEsto es lo que queríamos!
ˇLo hemos arruinado por completo!»
26
Que queden cubiertos de vergüenza
los que se alegran de mi desgracia;
que queden totalmente cubiertos de vergüenza
los que se creen superiores a mí.
27
Pero que se alegren y griten de alegría
los que quieren verme victorioso;
que digan constantemente:
«ˇEl Seńor es grande,
y le agrada el bienestar de su siervo!»
28
Con mi lengua hablaré de tu justicia;
ˇtodo el día te alabaré!
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