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Santa Biblia > Antiguo Testamento > Salmos
El Seńor es nuestro refugio
1 El que vive bajo la sombra protectora
del Altísimo y Todopoderoso,
2
dice al Seńor: «Tú eres mi refugio,
mi castillo, ˇmi Dios, en quien confío!»
3
Sólo él puede librarte
de trampas ocultas y plagas mortales,
4
pues te cubrirá con sus alas,
y bajo ellas estarás seguro.
ˇSu fidelidad te protegerá como un escudo!
5
No tengas miedo a los peligros nocturnos,
ni a las flechas lanzadas de día,
6
ni a las plagas que llegan con la oscuridad,
ni a las que destruyen a pleno sol;
7
pues mil caerán muertos a tu izquierda
y diez mil a tu derecha,
pero a ti nada te pasará.
8
Solamente lo habrás de presenciar:
verás a los malvados recibir su merecido.
9
Ya que has hecho del Seńor tu refugio,
del Altísimo tu lugar de protección,
10
no te sobrevendrá ningún mal
ni la enfermedad llegará a tu casa;
11
pues él mandará que sus ángeles
te cuiden por dondequiera que vayas.
12
Te levantarán con sus manos
para que no tropieces con piedra alguna.
13
Podrás andar entre leones,
entre monstruos y serpientes.
14
«Yo lo pondré a salvo,
fuera del alcance de todos,
porque él me ama y me conoce.
15
Cuando me llame, le contestaré;
ˇyo mismo estaré con él!
Lo libraré de la angustia
y lo colmaré de honores;
16
lo haré disfrutar de una larga vida:
ˇlo haré gozar de mi salvación!»
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