Menu Principal:
Santa Biblia > Antiguo Testamento > Job
1 (40.25) Y a Leviatán, żlo pescarás con un anzuelo?
żPodrás atarle la lengua con una cuerda?
2
(40.26) żPodrás pasarle un cordel por las narices
o atravesarle con un gancho la quijada?
3
(40.27) żAcaso va a rogarte que le tengas compasión,
y a suplicarte con palabras tiernas?
4
(40.28) żAcaso harás que te prometa
ser tu esclavo toda la vida?
5
(40.29) żJugarás con él como con un pajarito?
żLo atarás como juguete de tus hijas?
6
(40.30) żSe pondrán a regatear por él en el mercado?
żLo cortarán en pedazos para venderlo?
7
(40.31) żPodrás atravesarle el cuero con flechas,
o la cabeza con arpones?
8
(40.32) Si llegas a ponerle la mano encima,
te dará tal batalla que no la olvidarás,
y nunca volverás a hacerlo.
9
(1) Con sólo ver a Leviatán,
cualquiera se desmaya de miedo.
10
(2) Si alguien lo provoca, se pone furioso;
nadie es capaz de hacerle frente.
11
(3) żQuién, que se le enfrente, saldrá sano y salvo?
ˇNadie en todo el mundo!
12
(4) No dejaré de mencionar sus patas
y su fuerza sin igual.
13
(5) żQuién puede quitarle el cuero que lo cubre,
o atravesar su doble coraza protectora?
14
(6) żQuién puede abrirle el hocico,
con su cerco de terribles dientes?
15
(7) Sus lomos son hileras de escudos
cerrados y duros como la piedra.
16
(8) Tan apretados están unos contra otros,
que ni el aire puede pasar entre ellos.
17
(9) Tan unidos y trabados están,
que nadie puede separarlos.
18
(10) Sus estornudos son como relámpagos;
sus ojos brillan como el sol cuando amanece.
19
(11) De su hocico salen llamaradas
y se escapan chispas de fuego.
20
(12) De sus narices sale humo,
como de una caldera que hierve al fuego.
21
(13) Su aliento enciende las brasas,
de su hocico salen llamas.
22
(14) Su cuello es tan fuerte
que ante él todos se llenan de miedo.
23
(15) Aun la parte carnosa de su cuerpo
es dura e impenetrable, como hierro fundido.
24
(16) Tiene el corazón duro como la roca,
duro como piedra de moler.
25
(17) Cuando él se levanta, los dioses se espantan
y huyen llenos de terror.
26
(18) Ni espada ni lanza ni flecha ni dardo
sirven de nada para atacarlo.
27
(19) Para él, el hierro es como paja,
y el bronce como madera podrida.
28
(20) Las flechas no lo hacen huir;
lanzarle piedras es como lanzarle paja.
29
(21) Un golpe de mazo le es como un golpe de cańa;
se ríe al oír silbar las jabalinas.
30
(22) Cuando se arrastra, abre surcos en el barro,
como si lo hiciera con afilados trillos.
31
(23) Hace hervir como una olla al mar profundo;
como una caldera para mezclar ungüentos.
32
(24) Va dejando en el agua una estela
blanca y brillante como melena de canas.
33
(25) No hay en la tierra nada que se le parezca;
fue hecho para no sentir miedo jamás.
34
(26) Hace frente aun a los más arrogantes,
y es el rey de todas las fieras.
Sub-Menu: